ESTABA EN DETENCION DOMICILIARIA Y LO ASALTARON 3 POLICIAS 01/04/11

PorFABIÁN DEBESA (fUENTE:cLARÍN pOLICIALES)

La Plata. Corresponsalía

Al principio todos creyeron que el asalto había sido consumado por tres hombres que “simulaban” ser policías. Pero a los pocos días la investigación determinó que no había ninguna farsa: los ladrones eran tres agentes de la Bonaerense destinados al servicio de calle del destacamento La Unión. Habían entrado a robar a la casa de un hombre que cumplía arresto domiciliario en la localidad de Abasto, a 20 kilómetros del centro de La Plata.

Ahora la Justicia pidió la detención de los tres involucrados. Son el teniente Javier Leguizamón, el subteniente Jorge Ramallo y el sargento Osvaldo Gómez, que quedaron formalmente acusados de robo agravado en poblado y en banda, calificado por el uso de armas y por su condición de funcionarios policiales.

La detención aún no se consumó porque sus abogados presentaron un pedido de eximición de prisión, que ahora es evaluado por la Cámara Penal.

No obstante, la auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense instruyó un informe que complica la situación de los agentes. Por eso todos ya fueron relevados de sus funciones.

El asalto ocurrió el 15 de marzo, cerca de las 21. Esa noche, los ladrones golpearon la puerta en la casa ubicada en 518, entre 204 y 205, donde el condenado Luis María Lapera (75) cumple arresto domiciliario. En la misma propiedad viven su hijo, su nuera y dos nietos menores.

“Venimos a entregar una notificación judicial”, dijeron los ladrones. Uno vestía ropa de fajina, otro, un traje, y el tercero tenía vestimenta informal. Los atendió la nuera, Mercedes Galindo (36), que los dejó pasar.

A los pocos minutos, los asaltantes revelaron que se trataba de un robo. Y le dijeron a Lapera que entregara el dinero que había sacado del banco. “Te vendieron, viejo, dame toda la guita”, amenazó uno de ellos con una 9 milímetros.

Según se supo después, Lapera es jubilado y acababa de cobrar un retroactivo. Pero ese dinero no estaba en la casa.

Como la plata no aparecía, los ladrones amenazaron a Galindo con lastimar a sus chicos. La familia pasó por momentos de desesperación; encerrada en una habitación con sus hijos, la mujer le gritaba a Lapera que dijera dónde estaba el dinero.

Al final, los ladrones consiguieron 15 mil pesos y artículos electrónicos. Y huyeron.

En un primer momento, el fiscal orientó la investigación sin sospechar de la Policía. Sin embargo, las pruebas lo llevaron hasta el destacamento de La Unión. “Parecía tan burdo, tan evidente, que resultaba increíble. Pero todas las pistas terminaban en esos agentes”, confió una fuente judicial. Hubo un reconocimiento en rueda de sospechosos y los tres fueron identificados. A partir de ahí, los policías quedaron procesados y fuera de la Institución en forma preventiva.