La Justicia de San Martín les dio 11 y 13 años de cárcel. En tanto, absolvió a otros dos ex agentes imputados. La víctima, Gustavo Visciglia, fue asesinada en noviembre de 2006 en la localidad de San Andrés.
La Justicia de San Martín condenó esta mañana a dos ex policías a 11 y 13 años de prisión respectivamente, tras hallarlos culpables del crimen de un vigilador, en un hecho ocurrido en noviembre de 2006 en la localidad de San Andrés, partido de San Martín. Asimismo, el Tribunal en lo Criminal (TOC) 4 de San Martín absolvió a otros dos ex policías que también fueron sometidos a debate. La condena de 13 años recayó en Fabián Pereyra, y la de 11 en Miguel Ojeda, en tanto que Fabricio González y Mario Medina fueron absueltos.El abogado de la familia de la víctima, José Vera, explicó que luego que se conozcan los fundamentos de la sentencia, apelará ante el Tribunal de Casación bonaerense. Vera había solicitado la pena de prisión perpetua para Pereyra, 28 años para Ojeda y 5 para González y Medina. La fiscal de juicio, Noemí Carreira, en tanto había solicitado 15 años de prisión para Pereyra y Ojeda, y dos en suspenso para los restantes.El hecho ocurrió el 4 de noviembre de 2006. Recién estaba oscureciendo cuando Gustavo Visciglia (35) salía de su casa de Villa Concepción, en el partido de San Martín, para ir a su trabajo de vigilador privado. Como siempre llevaba su arma encima. Pero apenas se subió al auto, dos personas se le acercaron, una le apuntó. El vigilador también sacó su arma y la situación terminó de la peor forma: Visciglia murió tras recibir dos balazos.Las dos personas que lo habían atacado resultaron ser policías y fueron detenidos, acusados de homicidio. Durante el juicio, un testigo dio detalles sobre el hecho y reconoció a dos de los imputados como los autores de los disparos. Los ex policías Fabián Pereyra y Miguel Ojeda – que estaba exonerado de la fuerza – llegaron a juicio acusados de "homicidio simple". Fabricio González y Mario Medina por "encubrimiento", ya que se les atribuye haber ocultado un arma para favorecer a sus compañeros.González fue el único en declarar en el juicio y dijo ser inocente. Además, responsabilizó al por entonces titular de la seccional 8ª de San Martín, comisario José Luis Florez, por no haber realizado bien la investigación. Visciglia fue asesinado cuando subía a su automóvil Peugeot 206 gris, que estaba detenido frente a la casa que compartía con su padre y su hermano, en Marengo y Santa Rosalía de San Andrés.La versión policial fue que el vigilador creyó que Pereyra y Ojeda iban a asaltarlo y éstos a su vez le dispararon al pensar que era un ladrón. Pereyra estaba de franco y trabajaba en la seccional 8ª de Villa Concepción. Miguel Ojeda, de la DDI San Martín, estaba en disponibilidad preventiva desde el 17 de junio de 2006. Según cita la agencia DyN, al escuchar los disparos un hermano mayor de Visciglia se asomó al balcón de la casa y, según denunció, vio cómo disparaban otra pistola para "plantársela" a la víctima, además de colocarle un alijo de droga adentro de su auto.En tanto, siempre según la denuncia, un tercer hombre se acercó al lugar -supuestamente Medina- y retiró una de las dos pistolas usadas por los homicidas. El hermano de Visciglia alcanzó a sacar fotografías del momento que se convirtieron en una prueba contundente en el proceso. Además, la pistola sacada del lugar del hecho fue encontrada en el basural del CEAMSE, ubicado en San Martín.
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