NUESTRA MISION

U.PO.F.I. somos una entidad cuya misión es Preservar los Derechos Humanos de los Policias, prestandoles asistencia jurídica penal y administrativa, a todos aquellos policias bonaerenses, que se encuentran falsamente incriminados en hechos, que no constituye delito, en el marco de del cumplimiento de sus funciones. Quienes a partir de un desafortunado hecho, son separados de la fuerza, y tratados como delincuentes por inescrupulos abogados, que nada le importa nuestra libertad, sino todo lo contrario, con el unico fin de reclamar indemnizaciones millonarias al Estado.


domingo, 5 de julio de 2009

PAPER DIRIGIDO A QUIENES PUEDEN HACER ALGO PARA MODIFICAR EL ESTADO ACTUAL DE LAS COSAS Y NO, CAMBIAR ALGO PARA QUE NADA CAMBIE


DE TANTO VER TRIUNFAR LAS NULIDADES, DE TANTO VER PROSPERAR LA DESHONRA, DE TANTO VER CRECER LA INJUSTICIA, DE TANTO VER AGIGANTARSE LOS PODERES EN MANOS DE LOS MALOS, EL HOMBRE LLEGA A DESANIMARSE DE LA VIRTUD, A REÍRSE DE LA HONRA, A TENER VERGÜENZA DE SER HONESTO.
RUI BARBOSA


POR OSVALDO ARGENTINO DÍAZ DE SOUZA

Hay conductas que matan y muchas conductas que no matan, pero destruyen la calidad de vida.
Nos hemos tornado inseguros, temerosos, desconfiados, más egoístas y menos solidarios.

La posibilidad de ir preso por un delito en Argentina es del cincuenta por ciento respecto de los EEUU. ¿Tienta, no es verdad?

Ser eficaz contra el delito sin vulnerar las garantías individuales. Ni legalizar la tortura ni dejar inermes a las fuerzas de seguridad; todo un desafío.

No crear nuevas normas que, cada vez más, tornan más complejo el panorama, con la normativa actual sobra para encontrar a los delincuentes y hacerles cumplir su condena.

No es solución impedir el ingreso de “barrabravas” a los estadios, la solución es que ingrese quienquiera y el que cometa delito salga en camión celular.

Las mal llamadas Villas de Emergencia cobijan desde industrias hasta cocinas de droga. Es a donde huyen los delincuentes tras cometer un delito. Es tierra de nadie. Sólo cabe aplicar las leyes, consultando problemáticas familiares, pero sin regalar pescado, enseñando a pescar y a lo sumo regalando avíos de pesca.

No incrementar el número de policías, los países desarrollados tienen entre dos y cinco
policías cada mil habitantes, EEUU tiene tres y nosotros seis.
No se gana una guerra incrementando el número de soldados. La seguridad es un tema complejo que no se soluciona con más agentes en las esquinas. Poner a cincuenta cirujanos en un quirófano y no proporcionarles bisturí, es una broma, no una Política de Estado. Si un ciudadano llama a la comisaría diciendo que hay un sospechoso en la puerta de su negocio, cuando llegue el policía y le pregunte a éste que está haciendo, la respuesta será “ y a usted qué le importa ” Fin de la acción.

Inclusión social de quienes participan de grupos de riesgo, niños y adolescentes de la calle, sistema prostitutivo, sistema de drogadependencia, alcohólicos, etcétera; atacar a los sistemas y no a los síntomas con lo que sólo se logra propagar los males.

Aumentar las penas para quienes hieran o maten a un funcionario público con motivo de sus funciones.

Terminar con improvisaciones del tipo de desarme civil voluntario: entrego dos 22 inservibles, con los $200 que me da el Estado me compro una 9mm en el mercado negro, bueno, a lo mejor preciso unos pesos más porque con este asunto están subiendo los precios, luego con esa arma mato a alguien y la llevo al Estado que volverá a pagarme por ella, con lo cual me hago de unos pesos y elimino una prueba incriminatoria, ya que todo el proceso es anónimo.

Perseguir alternativamente ora a los consumidores, ora a los dealers, ora a los narcotraficantes, es la mejor manera de eternizar el problema. Hay que perseguir siempre a todos. Párrafo aparte merecen los consumidores; a un pobre enfermo mental que se cree San Martín o Napoleón sin molestar a nadie lo encerramos en un manicomio. Ahora bien si la enfermedad es adicción a la droga, resulta que ese enfermo es intocable. Ese enfermo intocable a la hora de carecer con qué comprar la droga, mata para conseguirlo. Ese enfermo intocable si está bajos los efectos de la droga es capaz de cualquier barbaridad. El drogadependiente es un enfermo muy peligroso y debe estar a buen resguardo para evitar males a la sociedad, mientras es recuperado por el bien de todos, el suyo propio en primer lugar.

Los mejores datos sobre hábitos de personas y empresas se obtienen de la basura que desechan. Esos datos son materia prima para la comisión de delitos. a nivel individualTerminar con el “recupero” de basura .

Poner en funcionamiento un racional régimen de premios y castigos; si bien el castigo no educa, sí, genera disciplina. Empecemos por allí.

A la hora de educar tener presente que contra el discurso facilista de la izquierda vernácula, LA NECESIDAD NO GENERA DERECHOS, vivienda digna para todos...los que se pelan el culo para lograrla; becas para todos ...los que estudian como para merecerla y así al infinito.

Mientras sigamos a la orilla del mar con un baldecito sacando agua y arrojándola a la arena, eternizaremos el problema. Las CÁRCELES, de una buena vez deberán cumplir con los preceptos legales y dejar de ser Universidades del delito adonde ingresa un perejil y egresa un pesado infectado con SIDA y resentido con la Sociedad.

Nada es gratuito, por la seguridad se paga – entre otras cosas - aceptando mermas en los derechos individuales. El mejor ejemplo es el caso de la seguridad en los viajes aéreos, usted no viajaría en un vuelo donde no se ejercitaran las medidas de seguridad con los pasajeros; usted acepta que le revisen sus pertenencias, revuelvan sus valijas con calzoncillos y bombachas usados en el entendimiento que eso mismo practicado con todos sus compañeros de vuelo redunda en una mayor seguridad de su viaje.

Usted debe elegir cuánto está dispuesto a pagar por su seguridad, es decir, a cuánto está dispuesto a renunciar para no vivir en estado de peligro permanente.

Probablemente uno de los países más seguros en lo que hace a los delitos particulares sea Cuba, también probablemente sea donde más caro se paga esa seguridad.

Usted puede tener una seguridad a la chilena, a la cubana, a la inglesa, a la carioca, a la norteamericana, a la argentina, a la paulista, etcétera, cada una tiene su costo. Eso sí, si usted elige una seguridad a la inglesa, después no patalee cuando la policía le haga abrir el baúl de su auto o le pongan una multa por cruzar por mitad de la calle. Si elige una seguridad a la carioca, aceptando las villas miseria (perdón: asentamientos precarios), después no patalee si tiene que intervenir el ejército, para que usted pueda salir de su casa.

La famosa tolerancia cero de los neoyorquinos, nada tiene que ver con el gatillo fácil ni otras tonterías. Tolerancia cero es una posición sistémica que consiste en no permitir los delitos menores ( en nuestra ciudad el robo de celulares y de pasa casettes, los cortes de calles, el conducir alcoholizado, los vehículos con vidrios tonalizados, etc. ) entendiendo que generan una suerte de acostumbramiento en la sociedad que permite a sus autores incrementar paso a paso la violencia de sus actos.

Cuando en un partido de fútbol que se “juega” un día de semana a las 15 horas con espectadores en su mayoría en edad de estar trabajando, se asesina a un hombre con patadas en la cabeza, cabe una sola explicación: DROGA. La droga no se puede cachear ni con un policía por cada espectador; la solución: entender que el drogadependiente es un enfermo, pero un enfermo peligroso que debe permanecer a resguardo CUALQUIERA SEA LA CANTIDAD DE DROGA CON LA QUE SE LO ENCUENTRE.


Todo esto a la vista de una policía que -a su pesar- resulta inútil de toda inutilidad, tras haberse invertido la carga de la prueba, después de la acción se los investiga a ellos y no a los delincuentes comunes, que si resultan con algún encierro, salen muy rápido para tomar venganza del que osó desconocer su calidad de "producto social".Por las calles de las ciudades europeas, las fuerzas armadas y de seguridad circulan orgullosas de su uniforme. Infunden el respeto de un uniforme que tiene por detrás a una Institución que responderá por sus actos premiando o castigando según las circunstancias, pero sin invertir la carga de la prueba.Si un idiota rompe los sillones que están dispuestos en las calles para un alto en la caminata, recibirá un palazo de un agente del orden que lo llevara detenido y que será aplaudido por los testigos que han aprendido que lo que es de todos es de cada uno.Si cuarenta anormales queman un vagón de tren, serán reprimidos con la severidad que "exige" una sociedad que ha aprendido que lo que están quemando lo pagan los miembros de esa sociedad.
Los derechos humanos ya los tenemos claros.
Ahora faltan aclarar los deberes humanos.
La seguridad debe ser para todos, no sólo para los delincuentes.
Ni prepararnos sólo para combatir la delincuencia, ni hacerlo sólo para ofrecerles comprensión y terapia.

La gran delincuencia ha ingresado en nuestras vidas por la puerta entreabierta de lo que dio en llamarse pequeña delincuencia. la policía debe actuar siempre.
No precisamos ni más policía, ni más patrulleros.
Precisamos esta misma policía que tenemos pero muy bien pagada, con alto nivel cultural y profesional, con activa presencia en la calle y....digámoslo con todas las letras:

que sea temible para los delincuentes.

Sí, para que los ciudadanos honestos puedan estar seguros, una solución es que los delincuentes estén inseguros.

Terminemos con los eufemismos, NO HAY RECUPERACIÓN URBANA, HAY CIRUJEO. A diferencia de antaño, ahora es que ahora es ejercido por familias donde los chicos “trabajan” de noche contra todas las reglas de la fisiología, carecen de escolaridad, meten sus manos en las inmundicias, comen alguna porquería desechada, etc. Muchas comunidades aprovechan los residuos, bastaría con estudiar alguna que se adecuara a nuestra realidad, hacer las correcciones del caso y terminar con esta degradación

Entre la madrugada y la nueva noche, fuera de las horas dedicadas a un mal descanso quedan muchas horas para el ocio que antecede al delito.

El trabajo regulado como aprendiz de oficios saca a los menores de la calle, les permite una aceptable escolaridad y les da las herramientas para trabajar dignamente.

Asistimos perplejos al espectáculo de vestiduras desgarradas por la BRUTALIDAD POLICIAL que reprime con balas de goma y bastonazos a ESTUDIANTES (que adiposos y canosos muestran varios lustros en tal condición) quienes se limitan a arrojarles piedras y escupirlos. Seguramente pretenden que la policía les responda con piedras y les haga pito catalán.

Nadie pretende desconocer excesos cometidos, pero lo peor nunca justificará lo malo. Todo exceso es malo, cualquiera sea su signo.

Hay países modelo en el respeto de los derechos humanos, que son inflexibles a la hora de castigar. NOSOTROS NI PREVENIMOS NI CASTIGAMOS, LES QUITAMOS AUTORIDAD A LAS FUERZAS DE SEGURIDAD PERO RECLAMAMOS CUANDO SOMOS PERSONALMENTE AFECTADOS.
SOMOS GATAFLÓRICOS.


Otras sociedades han resuelto estos problemas, nosotros también podremos hacerlo el día que consigamos distinguir entre derechos humanos y tilinguería,

En la República Argentina se ha instaurado la pena de muerte.

Como la mayoría de los fenómenos sociales, no ha sido de golpe, no es posible anotar el día, mes y año del fenómeno. Ha ingresado en la sociedad subrepticiamente, de a ratos; pocos se dieron cuenta.

Un día se decretó que los delincuentes eran ”emergentes sociales”, verdaderos enfermos, a quienes la sociedad debía cuidar y proteger para – en mínima medida – purgar la culpa de haberlos generado.

Otro día se decretó que los asentamientos ilegales eran refugios para indigentes, víctimas del neoliberalismo, así que a protegerlos como quien reza unos padrenuestros para purgar pecados de confesión.

Y así nos llegó a los que trabajamos, estudiamos y luchamos para formar familias y vivir como Dios manda, la PENA DE MUERTE QUE LOS EMERGENTES SOCIALES APLICAN DÍA TRAS DÍA A QUIEN SE LE PONGA POR DELANTE, SIN IMPORTAR EDAD, SEXO, CONDICIÓN SOCIAL NI NADA.
El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente.
MANUEL BELGRANO

2 comentarios:

  1. Por favor Señores, digamos las cosas como son terminemos con esta moda de la despenalización de las drogas, yo que nunca me drogué ni lo voy a hacer no necesito que se venda marihuana en los kioscos, no quiero eso para mis hijos, el que se quiere drogar que lo haga en la intimidad y si lo encuentran en la calle en esas condiciones tiene que ser internado para su recuperación, pero bueno otro capítulo será cual es el lugar que el estado tiene preparado para ello.Esta moda le sirve a alguien de arriba, piensenlo!!

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  2. cuando hablas de alguien de arriba, te referis a nuestro benemerito ministro AF?, el que le hace tan buena propaganda a la despenalización por tele?

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