
Matan a un policía oriundo de Ceres en San Miguel
El policía asesinado era el sargento Ismael Ibáñez, de 33 años. Antes de descender del patrullero, fue alcanzado por un disparo efectuado por un asaltante; hay tres detenidos. Su padre fue árbitro de fútbol de la Liga Ceresina y parte de la familia Ibáñez aún vive en Ceres.
Un sargento de la policía bonaerense murió ayer y otros dos resultaron heridos, durante un enfrentamiento con delincuentes que acababan de asaltar a dos jóvenes hermanos en la ciudad bonaerense de San Miguel.
Tres hombres fueron aprehendidos por el hecho, uno de ellos también herido, y la fiscal del caso intentaba anoche determinar quién había sido el autor del disparo mortal.
El policía asesinado era el sargento Ismael Ibáñez, de 33 años, y trabajaba en la comisaría 1». de esa ciudad del noroeste del Gran Buenos Aires. Fue uno de los uniformados que persiguieron a los delincuentes tras el asalto. El sargento fue alcanzado por una bala en pleno corazón, antes de que pudiera siquiera bajarse del patrullero, según pudo averiguar LA NACION a partir del relato de fuentes policiales y judiciales.
La cadena de acontecimientos que derivó en esa tragedia se inició cerca de las 4.30 de ayer, cuando un grupo de ladrones (algunos testigos hablan de dos; otros, de cuatro) asaltó en plena calle Los Andes a dos jóvenes hermanos, un hombre y una mujer. Los apuntaron con un arma de fuego y los obligaron a desprenderse de sus pertenencias. A él le sacaron una mochila; a ella, una cartera.
Aviso y persecución
Un cuidacoches que estaba cerca de allí advirtió de lo que ocurría a dos policías que patrullaban la zona. Los efectivos se lanzaron en persecución de los asaltantes y dieron con ellos en una esquina. Había cuatro o cinco personas, pero sólo dos, en principio, habrían participado del robo: fueron los dos que, al ver a los policías bajar del patrullero, abrieron fuego contra ellos y huyeron a la carrera. Heridos en las piernas, los uniformados pidieron refuerzos.
Entonces, la posta pasó a otro patrullero, que interceptó a los ladrones en Los Andes y Vicente López. Allí se produjo un tiroteo. Fue entonces cuando Ibáñez, que conducía el móvil, recibió el balazo. Entró por la axila y le atravesó el corazón; lo mató casi instantáneamente, según fuentes policiales.
Los delincuentes siguieron su escape a la carrera, pero uno de ellos, un joven de 23 años, fue capturado cuando asaltaba a un remisero, al parecer, para hacerse del automóvil y huir en él.
El apresado, que estaba herido de bala, tenía en su poder el bolso robado a la chica. Además, a poca distancia de donde los policías le habían dado caza, se encontró una pistola 9 milímetros, que sería el arma homicida. Fuentes del caso dijeron que luego, en el hospital donde fue internado, el muchacho negó haber sido quien disparó el arma, pero al menos un testigo lo señaló como el autor del tiro. Poco después, el padre del joven, cuya identidad no se difundió, fue detenido cerca de su casa de Los Polvorines, en el partido de Malvinas Argentinas.
La policía lo encontró tratando de salir en un automóvil con un bolso; al verse perseguido, quiso meterse en la casa de un amigo, pero no pudo hacerlo.
El sargento Ismael Ibáñez era casado y tenía una hija de ocho años.
FUENTE LA NACION
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