
El policía motoquero que usa cruces esvásticas baleó a un hombre y quedó libre
Fue durante una discusión entre motoqueros en una parrilla de Arrecifes.
Era casi la medianoche del sábado. El dueño de la parrilla Erico esperaba que los tipos de la campera de cuero terminaran el último trago para cerrar. Eran 16 que habían llegado a Arrecifes a un encuentro de motoqueros. Pero a último momento entraron otros tres. Miraron con cara de pocos amigos y se sentaron en otra mesa. Enseguida empezó el griterío. "Vamos afuera", dijo alguien.
Leonardo Gatto no dudó un instante. Tenía todo a su favor. La 9 milímetros reglamentaria y la Magnum .357. La escopeta la llevaban sus amigos. Los gritos siguieron y empezaron las trompadas. Gatto se sintió impune, como cuando lucía con orgullo una esvástica en la solapa de la campera. Al fin y al cabo, su placa de policía ya lo había salvado en otras peleas. Sacó la 9 milímetros y disparó. Martín Silva cayó con el primer tiro en la pierna. Intentó arrastrarse pero Gatto siguió disparando. El otro tiro fue a la muñeca y el siguiente al maxilar. A su lado, uno de sus amigos se ocupaba de la escopeta. Guillermo Jakimenko también cayó. Tenía la espalda cubierta de perdigones.
Todo ocurrió el sábado 15 de mayo en una parrilla de Arrecifes. Los dos heridos, uno de Lanús y el otro de Villa Domínico, fueron dados de alta al día siguiente. No hubiese pasado de una pelea entre bandas rivales de no ser porque Leonardo Gatto es oficial principal de la Policía Bonaerense.
Gatto y sus amigos, los hermanos Martín y Julio Guerra, fueron detenidos y acusados por tentativa de homicidio. Uno de ellos, Julio, de 27 años, ya había cumplido una condena de seis años por robo calificado. El viernes, a pesar de las recomendaciones del fiscal Ariel Tempo, la jueza de San Nicolás decidió excarcelar a los tres.
De todos modos, siguen acusados por lesiones graves calificadas por el uso de arma de guerra. Los impactos de sus balas se encontraron en el frente de la parrilla y en un auto que estaba estacionado.
El raid de Gatto no terminó ahí. Antes de que las víctimas pudieran reponerse, se subió a su Harley Davidson y corrió a la sub DDI de Arrecifes para denunciar que habían querido robarle. Pero el oficial que le tomaba declaraciones había ido con Gatto a la escuela de policías. Conocía su fama y no tardó en darse cuenta de que algo en la historia no cerraba. Entre tanto, el subcomisario Mario Demaestri llegaba a la parrilla. Los testigos coincidían: Gatto y sus amigos fueron los únicos que dispararon.
Todos quedaron demorados. Los Guerra en Arrecifes y Gatto en Salto, para no quedar encarcelado con presos comunes.
En 2007, Gatto había tenido su momento de fama. Clarín lo había descubierto en un encuentro de motoqueros en Carlos Casares, con dos esvásticas sobre su campera de cuero. Entonces, él mismo se ofreció a posar con el torso desnudo y la Magnum enganchada en la cintura. Fue un amigo quien contó a Clarín que Gatto era policía. Entonces se desempeñaba en el destacamento de La Riestra, un pequeño pueblo ubicado a 40 kilómetros de Chivilcoy. Tras las fotos, Gatto fue sumariado y suspendido por dos meses por orden del entonces ministro León Arslanian. Luego todo siguió como si nada. Hasta la semana pasada, Gatto trabajaba en una comisaría en La Reja, partido de Moreno.
En su vida de civil, Gatto pertenece a una clase de motoquero que hace de su moto un culto. Tiene 31 años y, hasta que se fue a Moreno, vivía con sus padres en una humilde casa de Chivilcoy. Su padre, un histórico militante del PJ, era el boletero de la terminal. Por nada del mundo Gatto usaría su Harley low rider de 10.000 dólares para trabajar. Desprecia a quienes sí lo hacen. Los "fleteros", les dice. Es también el presidente de los Tehuelches de Chivilcoy, un motoclub que funciona como una logia con escalafones y en las que para ingresar hay que cumplir ciertos requisitos. Las mujeres quedan excluídas y su única función es viajar en el asiento de atrás.
Gatto es conocido en este ambiente. Su agrupación, los Tehuelches, integra la Rojo y Negro, algo así como una alianza de motoclubes. Lo curioso es que los heridos pertenecen a Ares, otro motoclub que forma parte de la Rojo y Negro. Según pudieron reconstruir la Policía de Arrecifes y el fiscal Tempo, la pelea comenzó porque no se ponían de acuerdo sobre el lugar para el próximo encuentro.
Cuando lo entrevistó, hace tres años, Clarín le preguntó a Gatto por qué llevaba las esvásticas.
-Che, no me van a escrachar.
-No hay muchas lecturas posibles. Si llevás una esvástica es porque sos nazi ¿no?
-Je, je, bueno, por algo será. Pero no me la pongo cuando estoy de policía. En el ambiente motoquero es muy común, es algo de la posguerra. Además, yo creo que los nazis no existen más.
Extraído del Diario Clarín de fecha 23/10/2010
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