Están acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica. Es por que se habrían fraguado las actas de rastrillajes y no se investigó una denuncia sobre el paradero de la familia.
Los fiscales Guillermo Villalba y Daniel Gómez solicitaron que seis uniformados sean juzgados por las responsabilidades que tuvieron durante la búsqueda de la familia Pomar.
Los dos ex jefes de la DDI de Pergamino, el jefe de la Distrital de Salto, dos policías de la patrulla rural de Salto y el encargado deldestacamento de Gahan son acusados del delito de omisión de los deberes de funcionario público.
Según la investigación iniciada días atrás de la aparición de los cuerpos de los Pomar, un llamado al 911 del ciudadano Casimiro Frutos apenas horas después de denunciada la desaparición, daba cuenta de un auto volcado a la vera de la ruta provincial 31 a la altura de Gahan. No hubo ningún tipo de constatación y se desestimó a la denuncia.
Con respecto al jefe Distrital de Salto, se lo acusa de no haber realizado los rastrillajes ordenados desde la Departamental Pergamino, sobre banquinas y cruces peligrosos de la Ruta 31, entre Carmen de Areco y Salto.
En cuanto a dos policías de la patrulla rural de Salto y el encargado del destacamento de Gahan, además del delito por omisión de los deberes de funcionario público, se suma el de falsedad ideológica.
Los efectivos Daniel Fabián Arruvito, jefe de la patrulla rural de Salto; Luis Ángel Quiroga y Benito Faustino fueron los que informaron los rastrillajes negativos en la zona donde luego apareció la familia Pomar.
En la acusación de los fiscales Gómez y Villalba queda establecido que "en el supuesto caso que estos rastrillajes se hubieran realizado en forma correcta se tendría que haber hallado a la familia desaparecida y al vehículo".
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Caso Pomar: final de una triste comedia argentina
ResponderEliminar9 diciembre, 2009 por Alejandro Agostinelli
Parapsicólogos y videntes dijeron que estaban vivos. Ufólogos hablaron de teleportaciones. Expertos en casos policiales se ensañaron con el padre. O con el padre del padre. Ahora sabemos que la familia Pomar murió en un accidente de tránsito. Víctima de una curva peligrosa, por la mala maniobra de un coche que venía de frente, exceso de velocidad, el reventón de una rueda o el sueño del conductor. Cualquiera sea el veredicto, mil y una teorías delirantes llegaron a su fin. Quizás serán reemplazadas por otras. Y los medios disfrutarán de nuevos temas para sus agendas. Porque, también, hay un ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, que no muestra el menor signo de remordimiento por no haber profundizado la búsqueda en la ruta a Pergamino: “No se sabía lo que buscábamos”, dijo ayer en los noticieros, sin una sombra de rubor. Claro, Stornelli era partidario de la “desaparición voluntaria” de una familia sin dinero, que amaba a los suyos y no se había comunicado con nadie, que no tenían dónde esconderse ni, mucho menos, motivos para hacerlo.