
Lo primero que pasó fue que un gran tronco tirado a las vías hizo descarrilar un tren de carga de la empresa Nuevo Central Argentino (NCA), a la altura de José León Suárez, partido de San Martín. Luego, los mismos que habían arrojado el tronco, comenzaron a saquear la formación.
A ellos se les sumaron vecinos de la Villa La Cárcova, lindera a las vías. Todo siguió de forma aún más dramática cuando llegó la Policía. En medio de la represión fueron asesinados dos adolescentes: Gabriel Ramos, de 17 años, y Franco Raúl Almirón, de 16. Anoche también se hablaba de un herido grave en el Hospital Thompson: Joaquín Romero, de 19.
Con personal policial de la Bonaerense bajo sospecha, desde la UFI 5 de San Martín, a cargo de Marcelo Sendot, se ordenó que la investigación del caso quede en manos de la Gendarmería.
Indignadas por la represión, decenas de personas se concentraron frente a la comisaría 4° de José León Suárez. Algunos exigían hablar con el comisario. Cerca de las seis de la tarde se les unieron familiares de uno de los jóvenes muertos.
Hubo neumáticos quemados y hasta el intento de saqueo a una inmobiliaria cercana .
“Cuando los familiares se enteraron de que el chico había muerto, comenzaron a atacar la comisaría y los policías les empezaron a tirar con balas de goma”, contó aClarín una vecina de la seccional.
El descarrilamiento se produjo poco antes de las 15, muy cerca de donde, apenas una hora antes, un policía bonaerense había sido fusilado por ladrones que le robaron el arma y el chaleco antibalas. Ese homicidio tenía con las manos ocupadas a la comisaría de la zona, que cuando recibió el alerta del descarrilamiento mandó al lugar a dos patrulleros.
“No es la primera ocasión en que pasa esto con los trenes. La última vez saquearon un cargamento de harina. Ahora había contenedores con autopartes”, le dijo aClarín el comisario mayor Mario Briceño, jefe de la Departamental de San Martín.
De acuerdo a fuentes de la empresa NCA –concesionaria de la ex Línea Mitre– sólo en diciembre se registraron tres casos similares.
“En todas las oportunidades tiraron troncos sobre las vías para detener a las formaciones. Este fue el único caso en el que el tren efectivamente descarriló. En los otros, simplemente, el maquinista paró”, explicaron a Clarín .
“Cuando comenzó el saqueo, la empresa avisó y mandamos al lugar dos patrulleros.
Los recibieron a los tiros y pedradas . Después llegaron los refuerzos”, agregó Briceño. Según él, para ese entonces, “ ya había en el lugar unas 150 personas”. Entre ellas estaban los dos chicos que fueron asesinados.
Había sido el primer policía en confesar que disparó con balas de plomo contra los dos jóvenes asesinados en José León Suárez, el jueves pasado. De inmediato fue pasado a disponibilidad, pero ayer a la noche el suboficial Gustavo Vega fue detenido acusado los delitos de “doble homicidio y lesiones graves” y hoy deberá prestar declaración indagatoria frente a los fiscales que investigan la causa.
ResponderEliminarCerca de las 22 horas, el jefe de la Departamental de San Martín, Mario Briceño recibió el pedido de parte del juez de Garantías Nicolás Schiavo y fue hasta la casa que el imputado tiene en la localidad de Laferrere. Según explicaron fuentes judiciales, Vega no se resistió y fue llevado a la Jefatura Departamental, donde iba a pasar la noche para luego ser trasladado a otra dependencia.
De esta manera, el policía se convirtió en el primer detenido por la causa que investiga los crímenes de Mauricio Gabriel Ramos y Franco Almirón y del ataque contra Joaquín Romero, cuando estaban cerca de un tren de carga descarrilado, en la villa La Cárcova. Este último joven aún sigue internado en el hospital Thompson después de recibir un disparo por la espalda, casi al mismo momento que los otros dos adolescentes. A pesar de que aún está delicado pudo hablar con los fiscales y aseguró que quien le disparó fue uno de los policías que estaba detrás de uno de los vagones descarrilados.
Por otro lado, ayer por la mañana, los fiscales de San Martín Marcelo Sendot, Raúl Sorracco y Ana María Armetta comenzaron a tomarles declaración al resto de los policías que la tarde del 3 de febrero pasado abrieron fuego contra decenas de personas en medio del saqueo al tren.
Ayer fue el turno para que cinco de los 16 policías que participaron en la represión dieran explicaciones. Según contaron fuentes judiciales a la agencia Télam , todos aseguraron que usaron postas de goma y que desde la villa La Cárcova les disparaban.
Por lo ocurrido, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, resolvió esta semana intervenir la comisaría de José León Suárez. El mismo, previamente, había puesto en disponibilidad a Gustavo Vega.
Luego de que terminen los estudios periciales hechos por Gendarmería Nacional sobre las 45 armas reglamentarias secuestradas a los policías que estuvieron en el lugar en el que se produjeron los crímenes, los fiscales resolverán la situación procesal de los otros policías.
Los puntos centrales que están tratando de esclarecer en este momento los tres fiscales son los siguientes: quién o quiénes mataron a las víctimas, si hubo disparos contra la Policía y cómo se produjo el descarrilamiento de siete de los vagones del tren de cargas.
Gustavo Vega, el único policía bonaerense detenido hasta ahora por el homicidio de dos adolescentes tras el descarrilamiento de un tren en José León Suárez, intentó ayer despegarse de las dos muertes . Lo hizo al prestar declaración.
ResponderEliminarSi bien admitió haber disparado con balas de plomo dijo que sólo apuntó a los pies de un hombre que también estaba armado y le estaba tirando y que lo vio irse sin ninguna herida.
Vega, separado de su puesto la semana pasada y detenido anteanoche, declaró ante el fiscal de San Martín Marcelo Sentot y quedó preso .
Para definir su situación y la de otros 15 policías de la seccional de José León Suárez serán fundamentales las pericias balísticas que está realizando Gendarmería Nacional ya que, desde el primer momento, la Bonaerense fue apartada de la investigación.
En su indagatoria de ayer el policía dijo que sintió “cómo las balas le zumbaban cerca de la cabeza” y vio a un hombre que le disparaba a unos tres metros de distancia.
“El policía dijo que se sintió acorralado y que en la desesperación porque su vida corría peligro no se dio cuenta de que lo que estaba recargando era un cartucho de postas de plomo y no de goma ”, dijeron fuentes de la causa a la agencia Télam.
La versión exculpatoria tiene sus puntos débiles ya que, según contó el propio Vega, él es instructor de tiro.
“Además los cartuchos de postas de goma son color verde y los de plomo color rojo”, agregaron fuentes consultadas por Clarín .
En el expediente ya declararon esta semana otros cinco policías, pero lo hicieron como testigos . “Resta escuchar a otros 10 más pero lo fundamental serán las pericias balísticas y planimétricas realizadas por Gendarmería. Estas determinarán quién disparó y desde dónde”, agregaron las fuentes con las que habló Clarín.