NUESTRA MISION

U.PO.F.I. somos una entidad cuya misión es Preservar los Derechos Humanos de los Policias, prestandoles asistencia jurídica penal y administrativa, a todos aquellos policias bonaerenses, que se encuentran falsamente incriminados en hechos, que no constituye delito, en el marco de del cumplimiento de sus funciones. Quienes a partir de un desafortunado hecho, son separados de la fuerza, y tratados como delincuentes por inescrupulos abogados, que nada le importa nuestra libertad, sino todo lo contrario, con el unico fin de reclamar indemnizaciones millonarias al Estado.


viernes, 11 de marzo de 2011

UN CASO DE CORREPI

El misterioso caso del criador de caballos que fue acribillado en Pilar

26/02/11 - 03:07

PorVIRGINIA MESSI


Hace siete años que Cristina Ibarba Bruni trata, sin éxito, que la Justicia le diga cómo fue exactamente que su marido, Dante Raúl Jarcovsky (41), terminó asesinado a balazos y escopetazos la madrugada del 19 de diciembre de 2003 en la localidad de Villa Rosa (Pilar). Por el caso está siendo juzgado un cabo de la Bonaerense, pero eso no le da tranquilidad a Cristina.
“El policía llegó a juicio acusado de homicidio simple. Nosotros, como querellantes, pedimos prisión perpetua por homicidio calificado. Pero el fiscal, sorpresivamente, sólo lo acusó por homicidio en exceso de la legitima defensa, que tiene una pena mucho menor”, explicó Cristina, cuya abogada, María del Carmen Verdú, en su alegato, calificó lo sucedido de “fusilamiento”.
El veredicto (a cargo del Tribunal Oral 7 de San Isidro) se conocerá el miércoles 2 de marzo. Pero gran parte de las circunstancias que rodearon el homicidio de Jarcovsky –cuatrerismo y posible corrupción policial incluidos– no se resolverá con la sentencia porque nunca se investigó a fondo.
El caso tiene más puntos oscuros que claros. La víctima, un criador de caballos de Villa Rosa, no tenía problemas de dinero, alternaba su vida entre España (donde vivía su hijo mayor) y la Argentina, y no tenía antecedentes penales. Sin embargo, cuando fue acribillado por el policía Juan Pablo Rueda, iba al volante de un camión que había sido robado en un obrador ubicado a sólo 500 metros de su campo. Nadie sabe qué hacía allí.
Rueda dijo que le disparó porque había escuchado dos tiros, pero las pericias demostraron que no había pólvora en las manos de Jarcovsky. La víctima había hablado por su celular hasta 15 minutos antes de morir, pero el aparato no estaba al lado de su cuerpo. Recién apareció días después, cuando un conocido se lo entregó a la viuda. También desperdigados fueron apareciendo su arma y la camioneta que manejaba esa madrugada, con la que –según testigos– había salido de su campo para visitar a su madre.
Jarcovsky tenía múltiples heridas, incluso en los brazos. Sin embargo, un buzo que supuestamente llevaba puesto (y que tiene las marcas de los agujeros de bala) apareció atado en su cintura cuando llego el fotógrafo policial llegó a la escena.
Dos semanas antes de morir, Dante Jarcovsky mandó a su hijo de 15 años a España, donde vive la madre del chico. “Me dijo que tenía miedo de que los cuatreros le pegaran un tiro, porque ya nos habían robado 16 caballos. ‘Villa Rosa es tierra de nadie’, me advirtió Dante”, recordó Cristina, ex jocketta y veterinaria especializada en caballos.
El 19 de diciembre de 2003, Jarcovsky cumplía 42 años y pensaban festejarlo en Villa Rosa. A la tardecita, Cristina se fue a la casa de su madre, en Haedo. El se quedó en el campo para organizar todo. “La última vez que me habló fue a las 21.40 para ver si yo había llegado bien. El estaba en lo de Arévalo (un hombre que trabajaba en el campo) preparando un cordero para el cumpleaños del día siguiente”, contó Cristina.
Jarcovsky se fue de lo de Arévalo en su camioneta, hizo una escala en lo de su madre y de allí partió a su campo. Esa misma noche, tres personas entraron a un obrador vecino y robaron un camión. Había un hombre de vigilancia, Félix Peregil, de una agencia de seguridad, que esa noche cuidaba el predio por primera vez. El llamo a la Policía y se inició un operativo cerrojo.
En uno de los móviles iba el cabo Rueda y una compañera (a la que la querella y la fiscalía pidieron investigar por falso testimonio). Según Rueda, vio venir el camión y a una camioneta (no era la de Jarcovsky, que nunca apareció). Disparó dos veces con su escopeta cargada con postas de plomo, y, como se le trabó, siguió con su pistola, con la que tiró 10 veces.
“Las pericias demostraron que el policía tiró a matar de entrada. En mi alegato pedí que se investigara lo que realmente pasó. Pero la causa del robo del camión fue archivada”, le dijo a Clarín la abogada Verdú.

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